"Alarma entre médicos chilenos: se agrava la crisis de salud infantil en la zona minera del cobre" | América Futura | EL PAÍS América
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En la sala del consultorio privado donde pasa consulta el doctor Iván Silva, Nadia Saavedra y su esposo Claudio esperan en silencio mientras su hijo Pablo, de tres años, asiste a su sesión habitual de fisioterapia. Cuando tenía solo un año, notaron que no se desarrollaba como otros niños de su edad. No hablaba y no podía mantener contacto visual. Las pruebas confirmaron sus temores: Pablo tenía autismo severo. “Las expectativas, los sueños que uno tiene para su hijo, todo eso está quebrado, pero aun así, yo no pierdo la esperanza de despertar y poder escuchar que un día mi hijo me diga ‘papá' o ‘te amo”, dice el padre.
Pablo está entre un número creciente de niños diagnosticados con autismo que han pasado por las puertas del consultorio de Silva en la ciudad de Calama, en el corazón de la región minera de Antofagasta. Al igual que otros profesionales médicos de la zona, el pediatra de 71 años sospecha que esta preocupante tendencia está relacionada con la contaminación de las enormes minas a cielo abierto que dominan esta región del norte de Chile, el principal productor mundial de cobre, un metal clave para la transición energética. “Cuando comencé hace 20 años, me llegaban uno o dos pacientes al mes con algún grado de autismo. Hoy es uno por día, y el grado de autismo que presentan estos niños es cada vez mayor”, dice Silva, quien es miembro del Colegio Médico Chileno. El pediatra también ha visto un auge de las condiciones genéticas, problemas respiratorios y de piel entre sus pacientes.